Después de la exitosa recepción global de “Días del Futuro Pasado”, Cines Unidos anuncia el estreno de “X-MEN: Apocalipsis”
, la cuarta entrega de la franquicia basada en los populares personajes mutantes del cómic original Marvel, adaptado por el estudio Twentieth Century Fox Film Corporation. Definitivamente, uno de los Blockbuster más esperados de la temporada de verano, por parte de los fanáticos de las sagas de acción, estelarizadas por súper héroes interpretados por grandes actores de la meca. Poderoso filme de ciencia ficción y de aliento retro.
Corre el año 1983, en medio de una década convulsa, donde ocurren importantes cambios históricos. Precisamente allí se desata el conflicto de la película, cuando el invencible e inmortal Apocalipsis resulta liberado, tras haber sido condenado al ostracismo y sepultado durante varios milenios.
Es el archivillano de la trama y reclama venganza, desde el momento de su reaparición. Ve con malos ojos el destino de la civilización moderna y desea exterminarla de raíz, para refundarla sobre los valores que él considera perdidos. En su visión extremista, el planeta sufre un proceso de descomposición y declive.
Por tanto, los débiles deben perecer, a fin de imponer la ley de los fuertes. Al sentir que los de su especie ya no son tratados como dioses, Apocalipsis recluta a un grupo de mutantes, encabezado por Magneto, con el propósito de destruir a la raza humana y crear un nuevo orden mundial gobernado por su alianza. Para enfrentarlo y dar al traste con su plan distópico,
El Profesor X y Raven emprenden la misión de conformar un equipo paralelo de X-Men jóvenes, quienes en conjunto librarán una batalla épica contra los enemigos de la paz y la estabilidad.
La aparente paz se termina con del despertar de Apocalypse (un muy, muy, muy camuflado Oscar Isaac), el primer mutante del mundo, que tiene poderes casi infinitos. Adorado como un dios en el antiguo Egipto, fue traicionado y atrapado en un sueño milenario, hasta que un grupo se encarga de interrumpirlo. El villano despierta con ganas de destruir todo a su paso, solo dejando a los más fuertes vivos.
Para eso recluta a cuatro “jinetes”, mutantes a los que entrega poderes superiores a los que ya tenían; Storm (Alexandra Shipp), Angel (Ben Hardy), Psylocke (Olivia Munn, quien suma no más de tres diálogos en toda la historia) y Magneto (Michael Fassbender), que a pesar de encontrarse alejado de su vida de villano y con una familia, una tragedia lo lleva nuevamente a odiar la humanidad.
Por el lado de los buenos, caras nuevas interpretan versiones más jóvenes de personajes de la trilogía original. Tye Sheridan es Scott Summers/Cyclops, Kodi Smith-McPhee es Kurt Wagner/Nightcrawler y la ya mencionada Sophie Turner es Jean Grey. Vuelven también personajes como Mystique (Jennifer Lawrence), Beast (Nicholas Hoult) y Quicksilver (Evan Peters), que aporta una pequeña dosis de comedia en una película donde abunda el sufrimiento. De hecho, Apocalipsis es probablemente la más violenta de todas las X-Men, con fracturas expuestas, decapitaciones y salpicones de sangre en sus dos horas y 20 minutos de duración, sobre todo en el cameo de Wolverine (Hugh Jackman).
Con $234 millones de dólares en presupuesto, Apocalipsis también es la película más costosa de toda la saga y se nota en las múltiples escenas de destrucción masiva y un clímax lleno de efectos computarizados. La cinta también es la más fiel a la estética de las historietas.
Casi como profecía auto cumplida, la producción también llega precedida de las críticas más duras de esta trilogía. “Apocalipsis es confusa y desordenada como una torre de platos sucios”, dijo Entertainment Weekley, mientras que Variety comentó, “simplemente hay demasiados personajes como para que la película pueda manejarlos”.